Hoy te vamos a contar porque los bajomesadas de cocinas no apoyan directamente sobre el piso sino que necesitan un escalón de material llamado banquina o bien patas regulables.
¿Por qué y para qué se usan patas o banquina en el mueble bajomesada de cocina?
Por dos razones: para separar y levantar el mueble del piso y para permitir cuando uno necesita trabajar sobre la mesada, que la punta de los pies queden por debajo del mueble y así tengamos una postura alineada , cómoda y sostenible en el tiempo que dure el trabajo.
Hoy te vamos a contar porque los bajomesadas de cocinas no apoyan directamente sobre el piso sino que necesitan un escalón de material llamado banquina o bien patas regulables.
Lavar los platos suele ser una tarea tediosa e incómoda. Esto muchas veces también se relaciona con la poca funcionalidad a la hora de diseñar el mueble.
Tanto el ambiente de la cocina como del baño son los 2 sectores de la casa expuestos a la humedad y a posibles derrames de agua. Es por eso que el piso tiene un desnivel que confluye a una rejilla o a una salida hacia el exterior.
Cuando hablamos de patas para muebles, tenemos que diferenciar entre 2 tipos de muebles, los que van a estar ubicados en cualquier otro ambiente de la casa y los que van a estar ubicados en la cocina.
Cuando uno ve patas de una estética mejor, generalmente son patas rígidas de 5, 10 o 15 cm, de aluminio especiales para muebles donde el nivel del piso es parejo como en livings. En el ambiente cocina esto no es posible ya que se necesita que sean regulables.
Al ser la cocina una ambiente con desnivel en el piso tenemos 2 opciones con la misma función para colocar los bajomesadas. Hacer una banquina de material o colocarle patas. La banquina tiene que tener una profundidad de entre 53 y 55 cm y una altura de 10 cm.
En el caso de la banquina el mueble apoya todo su peso y lo distribuye mejor, en cambio con las patas apoya sólo sobre esos puntos.
En el caso de las patas, el beneficio principal es que no se necesita entrar en obra. Estas patas regulables son funcionales como las de cualquier electrodoméstico que apoya en el piso (heladera, artefacto cocina, lavavajilla) que tienen patas para que todo su peso no copie la caída natural del piso sino que se pueda regular para que todo su funcionamiento se haga en forma plana y a nivel.
Hablando de las patas de cocina específicamente, las que elegimos nosotros son de regulación, de gran fortaleza y que además permiten, por una cuestión estética, incorporar el perfil de aluminio que va enganchado a las mismas y va colocado unos 5 cm más adentro del vuelo del mueble.
¿Les sirvió esta información? Los leemos!!